Sunday, December 24, 2006

Para que tu no llores.


Se fué con las arenas del mar, buscando su destino.
Palpito entre las sombras sin mas, y nado en el vacío.
Reina el silencio en esta oscuridad, nada es eterno, todo llega al final.
Tan solo sé que busqué y que busqué, lo que este mundo me duele y me dá.
Para que tú no llores así, no pierdas la esperanza, sé que llegará... llegará.
Me muevo con la gente que vá, cargada de recuerdos.
Confío en la persona que dá, su amor sin conocerlo.
Aún queda tiempo para echarnos a andar, no me preocupa si te encuentro al final.
Tan solo sé que busqué y que busqué...
Para que tú no llores así...
Una de las canciones mas bonitas
que he escuchado y que me dá esperanzas.
"Canción de Antonio Carmona,
del grupo Ketama".

Wednesday, December 20, 2006

Casi sin pensar.



Casi siempre, he notado un nudo en el estómago. Y en cambio, un gran vacío... un hueco en mi interior.
Ahora, la táctica que tomo para no notar todas esas cosas, es no pensar en mis vivencias. Esas cosas que al recordarlas, hacen que me sienta peor.
Normalmente, no busco el pensarlas, pero están aunque no lo desee. Es como si intentara apartar mi propio reflejo, al verme en un espejo... es algo imposible.
Procuro pensar, en que solamente son vivencias que por su crueldad y dolor, no las he podido olvidar.
Y lo cierto, es que no se porqué, siento que esos acontecimientos vividos, me han condicionado a ser tal y como soy.
Intento ocupar ese gran vacío que siento, con el amor de mis hijos y de la gente que me quiere.
Haciendo cosas que me diviertan e incluso, llorando cuando siento tanta impotencia por mi malestar.
No me averguenzo de admitir, que soy un poco débil. En el sentido, en que algunas veces, las circunstancias me han llevado y yo he acabado por rendirme, al no tener mas fuerzas, para luchar en contra de mi estado anímico.
Asumo lo que me ha tocado vivir, en la medida que lo resiste mi mente.
Pero he descubierto que cara a cara, soy casi incapaz de hablar de ello, casi con nadie.
¿Eso será una señal de que aún no lo he superado todo?
Huvo un día, en el que me sentía fatal y no sabía con quien hablar. Y me asombré yo misma, al darme cuenta de que estaba llamando a mi madre por teléfono, para desahogarme hablando con ella.
¡¡ En mis treinta y seis años (para treinta y siete), es la primera vez que llamo a mi madre, para desahogarme con ella!!
¿Sabéis? E incluso, hace unos días, estuve "a punto" de abrazarme llorando a mi padre... al percibir un gesto, realmente amable conmigo. Pero, hasta en ese momento, me contuve. Creo que aún no estoy preparada para perdonarles por completo.
Desde que estuvo enfermo mi padre, ellos han cambiado muchoy ahora son algo mejores.
Pero... el sentir eso que tanto he echado de menos desde mi infancia... hace que mis sentimientos me desborden.
Aunque aún noto que guardo mucho las distancias con ellos, a nivel emocional, salvo por estos dos últimos acontecimientos.
En fín, noto un gran progreso en mi vida interior y en mi relación con mis padres.
Espero que todo esto no quede aquí y continúe avanzando... para mejor... eso deseo.

Thursday, December 14, 2006

Buscando la calma.


Quiero decir antes de nada, que esta foto la he puesto porque me produce ternura... aunque para alguien, pueda resultar una foto triste.

Yo no quisiera llegar al final de mis días, arrepintiéndome de las cosas que no he hecho. De las cosas que he podido hacer y las he dejado pasar de largo. Sin participar y limitándome a ser una simple espectadora de mi propia vida.
Aunque prefiero arrepentirme de eso, a lamentar el haberle hecho daño conscientemente, a quienes quiero y me quieren.
Se que muchas personas, dicen que algo malo que tengo, es que pienso demasiado. Puede que tengan razón, pero es algo que es innato en mí.
A lo largo de mi vida, me he dado cuenta de que cuando me quedo callada o estoy sola, mi mente habla y yo la escucho. Aunque en algunas ocasiones, la muy cabrona, me juegue malas pasadas.
En fín, el reloj marca la una y media de la madrugada y solo quería dejar constancia de estos pensamientos; y decir que "sólo estaremos en paz con el mundo, cuando estemos en paz con nosotros mismos".

Wednesday, December 06, 2006

La danza del otoño.


¿Has visto alguna vez, un remolino de hojas secas?

Son hojas, que brotaron de un árbol. Crecieron en él, dándole abrigo. Y que en un momento dado, se desprendieron, para dejar de tener vida, junto a ese árbol en el que habían vivido su existencia.
Cuando caen al suelo y a pesar de ser algo inerte, con el aire... se transforman en viajeras.
E incluso, impulsadas por ese remolino de aire, parece que bailaran las unas con las otras. Como si volvieran a estar vivas, aún estando separadas de las ramas en las que crecieron.


A J. (ALC), que me está enseñando
a través de su experiencia, a ser
como una de esas hojas.

Thursday, November 23, 2006

Algo mágico.



Para mí, el momento de la foto, fué el mas emocionante de toda mi vida.
Fué el mas mágico, a pesar del dolor que estaba experimentando.
El mas tierno y mas lleno de amor, que he sentido en toda mi vida. Jamás sentí, tanta necesidad de tocar, abrazar y besar.
Y toque lo que toque y huela lo que huela, jamás en la vida, notaré algo tan suave ni un olor tan agradable, como la piel de mi bebé.
Sentí tanto amor y tan fuerte, que mi cuerpo no podía soportarlo y mis sentimientos, se convirtieron en lágrimas llenas de paz.

A mis grandes amores:
mis hijos Santiago y Raúl.

Friday, November 17, 2006

Creo que existen.


Hoy no tengo ganas de escribir, tan sólo dejo esto escrito para quienes me lean, si es que lo hace alguien:


"HAY DEMONIOS EN NUESTRAS VIDAS,
PERO POR SUERTE, TAMBIÉN HAY ÁNGELES".












Wednesday, November 15, 2006

Carta desde el infierno.


No es tan solo, tener un día malo. Tampoco es un bajón mas.
Es encontrarse en una espiral de dolor, de la que no encuentras salida.
Tan sólo sientes dolor. No es un dolor físico, es peor, es como si te doliera la propia esencia de todo tu ser.
Nada de lo que te rodea tiene importancia. A decir verdad, casi no aprecias a nadie y a nada de tu entorno.
Te cuesta hasta respirar. Es como si cada vez de exhalaras, sintieras que no vas a poder tomar aire de nuevo.
Y toda esas sensaciones, sólo te permiten ver lo más oscuro y miserable de tu propio ser y del mundo que te rodea.
Todo se vuelve carente de interés. Hasta las cosas que siempre te han gustado, carecen de sentido. Y sientes un dolor interior, demasiado grande para soportarlo.
Unas veces lloras y no lo puedes controlar; casi ni te das cuenta, pero no cesas de llorar.
Otras veces, estás como paralizado. Es como si el pensamiento se te disparara y va por delante de tí. Y aunque quisieras llorar, gritar... no haces nada. Sientes que no te puedes ni mover.
Te limitas a mirar a un punto y no sabes ni lo que estás pensando en esos momentos. Tan sólo te está arrastrando esta situación, de la que no sabes escapar.
Y cuando sientes que has llegado tan bajo y tan carente de vida, aún estando vivo... cuando te duele tanto este estado... buscas algo que te pueda sacar de ese dolor.
Algunas veces, llegas a pensar en estrellar el coche contra algo, mientras conduces. Todo quedaría como un accidente y nadie lo sabría.
Piensas en saltar desde un balcón de casa, en cortarte las venas e incluso, pides que te ingresen para evitar que hagas algo de esto. Porque sientes además, que no formas parte del mundo ni de la gente que te rodea.
O sientes que eres mala persona, por tener estos pensamientos que harían daño a quienes te quieren y entonces, te castigas autolesionándote. Y en esos momentos, te encuentras tan mal, que ni tan si quiera, notas dolor físico al agredirte.
Y también, está la opción de atragantarte a tranquilizantes y no enterarte de nada. Lo malo, es que no te vale para nada. Realmente, no quieres morir y sólo quieres que todo lo que te ocurre cese. Y lo que consigues con la sobredosis, es saber como te hacen un lavado estomacal... pasarlo mal porque te enteras de todo y luego no puedes cesar de llorar, ya que no has conseguido salir de tu dolor interior. Sólo has conseguido pasar otra vez más por urgencias.
Y luego, las personas solemos decir, que la gente que se suicida son unos cobardes. Yo creo que no lo son, lo han tenido que pasar realmente mal, para llegar hasta ese punto.


A Pepe, que al igual que yo,
ha logrado salir de este infierno personal.
El cual no deseamos a nadie,
y que por desgracia, aún recordamos.

Saturday, November 04, 2006

No quiero ir a clase.


Cada vez son mas, los casos que conocemos, de acoso escolar.
Algunos dicen que lo que ocurre, es que hoy día, se dá mas publicidad en los medios a estos casos.
Pero, lo que yo pienso, es que se ha perdido el sentido de la autoridad; algo que no hay que confundir con una dictadura autoritaria.
Se ha pasado de la deleznable "mano dura" y de "la sangre con letra entra", a una permisibilidad absoluta. Se ha pasado del color negro que representaba la antigua escuela, al blanco de los centros educativos de hoy día; sin pasar por los colores intermedios.
Y lo peor de todo, es que los acosadores, suelen salir de rositas ante su despreciable comportamiento.
Casi siempre, han existido y existirán, los típicos graciosos de turno que se hacen populares por sus fechorías. Pero hay que atajar el nivel de violencia, al que se está llegando.
Creo que hoy día, todos los padres hemos de potenciar buenos valores a nuestros hijos.
Y también necesitamos, que la sociedad y nuestros gobernantes, tomen cartas en este asunto tan serio.

Friday, October 20, 2006

Omaira.



Colombia, 13 de Noviembre de 1985:

La pequeña Omaira de trece años, queda atrapada durante setenta horas, entre las piedras y el fango.
El agua cubre su cuerpo agotado por mantenerse con vida y a duras penas, puede sostener su cabeza fuera del agua. E incluso bromea y dice a todos los presentes que permanecen impotentes ante esa tragedia, que ella saldrá en la televisión y que todos la verán liberarse y salir "triunfante".
Es una lástima que con toda la tecnología y todos los medios que había para poder ayudar en estos tipos de tragedias, se dejara morir a esta niña ante la mirada de todo el mundo.
Es una imagen y una historia aterradora de resistencia, lucha por sobrevivir y que produce una enorme impotencia ante el dolor de los mas débiles.


En recuerdo de Omaira, que tan solo
tenía dos años menos que yo, cuando
esto ocurrió y aún me pregunto:
¿porqué dejaron que esto ocurriera?

Thursday, October 19, 2006

Atrapando instantes.


Necesitamos a diario, vivir momentos que nos hagan tener nuestra vida mas llevadera. Aunque algunas veces, esas mismas cosas agradables, nos lleven a otras que no nos gustan tanto.

Nos gusta sentir el olor que queda en el ambiente, tras la lluvia. Pero lo realmente incordiante y algo desagradable, es notar como la humedad de la lluvia hace desprenderse de nuestros volantes, una especie de "roña" y que en esos momentos nos extrañamos preguntándonos dónde ha estado esa cosa pegajosa el resto del tiempo.

Disfrutamos de una buena comida, en torno a una mesa, en compañía de familiares o amigos. Eso, contando con que no te toque al lado tuyo, tu hermana que se dedica a comer con la boca abierta y encima, cuando te descuidas... se ha comido el "pegado" del arroz que tanto te gusta y que estabas reservando en la orilla de tu plato.

Agradecemos que nuestra compañera de trabajo, se muestre interesada en cómo te encuentras, máxime si llevas una temporada mala. Pero siempre y cuando ese interés sea sincero y no sea una compañera más, que se dedica a criticarte en cuanto te das la vuelta. E incluso es capaz de sabotearte tu ordenador, sacando la clavija del teclado, mientras te has ausentado unos instantes de tu mesa de trabajo.

Es estupendo notar que le gustas a ese compañero de trabajo y que jamás habías pensado que tú le pudieras atraer. Lo que no nos parece tan bueno, es que ese mismo hombre te diga que no hay posibilidad de nada, ya que está comprometido o guarda fidelidad a su pareja... cuando tú le harías el amor apasionadamente, en el momento en el que él te diera luz verde.

O cuando hemos hecho el amor con nuestra pareja y nos quedamos abrazados.
Aunque realmente, lo que deseemos, diste mucho de eso: nos quedamos muchas veces, con las ganas de que nos follen salvajemente, viendo cumplidas todas las fantasías que guardamos ocultas en nuestra mente. Normalmente no las decimos ni a nuestra pareja, por miedo a que nos tomen por pervertidos y lo mas gracioso, es que si comparáramos dichas fantasías sexuales con las de nuestro compañero... serían practicamente las mismas.

Tuesday, October 03, 2006

Volver a ser tal y como era.



Tengo una amiga, la cual sufrió una violación o a lo que ahora se le llama agresión sexual. Parece como si esta última definición, le restara importancia a un hecho tan atroz.

Según me contó ella, lo peor de todo, no fué que aquel desconocido, la despojara de su pantalón y de su ropa interior.
O que le dijera palabras tan groseras y degradantes, que jamás había pensado que escucharía.
Tampoco fué el hecho de que ese tipejo, le manoseara y le pasara su asquerosa lengua por la cara.
Casi que le quita importancia a tener que estar callada, por miedo a ser "pinchada", según le amenzaba ese indeseable.
E incluso, casi logra olvidar el dolor y el desgarro que le hizo al violarla.
Lo peor para ella, es intentar vivir con la idea de que no denunció aquello y sobre todo, lo que más le cuesta es luchar por volver a ser ella.
Pero con ayuda de sus mas íntimos amigos y una psicóloga amiga, trabaja en ello, día a día.
Creo que lo está logrando.


A todas esas personas, que padecen
o han padecido abusos:
¡Ánimo, no estáis sol@s!

Tuesday, September 26, 2006

¿Me permite?


Me siento muy orgullosa, de lo que las mujeres han logrado a través de nuestra historia, pero aún nos quedan retos por superar.
Aunque he de decir, que las mujeres de hoy en día o al menos las que conozco, coincidimos en que añoramos cosas de el "caballero" de antaño.
Echamos de menos, sobre todo, las formas. La galantería con las mujeres. La cortesía.
Pero quiero dejar claro que lo que en absoluto necesitamos, son los celos, la desconfianza o la sumisión ante el hombre.
Lo que me comentan muchas mujeres, es que no saben donde están los hombres de verdad. No desean ver a los nuevos metrosexuales, que dan algo de repelús, cuando te das cuenta de que se depilan aún mas que una misma... ¿las discusiones en el baño, serán porque él se querrá hacer la cera en primer lugar?
Echamos de menos el hombre, con instinto protector. El que es atento con las mujeres y no le molesta quedar como unos mal llamados blandos, ante los que van de machitos por la vida.
Pero también quiero echar una piedra a nuestro tejado, el de las mujeres: nosotras hemos favorecido este cambio y lo que es mas, nosotras también vamos perdiendo feminidad.
Al menos yo, independientemente de utilizar pantalones casi siempre y de no ser la supuesta imagen de la feminidad por mis reivindicaciones antimachistas, continúa gustándome atraer al sexo opuesto utilizando mis armas de mujer.
¿Y ellos, saben utilizar sus armas de hombre, sin caer en el machismo? Ojalá.

Wednesday, September 20, 2006

Viajemos.


Hay un amigo, que me comentó que fué a "Los Fiordos" este verano.
¡Qué envidia! Envidia sana, pero lo pensé.
Siempre he oido hablar de ese lugar y de otros muchos, en los cuales aún no he estado y que tan sólo he visitado en sueños.
Me he imaginado, paseando bajo la imensidad de la capilla sixtina. Bajando apresuradamente las escaleras de La Plaza de España, para acabar lanzando una moneda en La Fontana di Trevi.
Me he imaginado, tumbada en el cesped de un jardín londinense y paseando por el mercado de Candem Town.
Disfrutando también, de la inmensidad de los prados irlandeses.
Poder mirar en la noche, a través de una ventana de un castillo escocés, en el cual me hospedaría.
Pasear por el barrio francés de los pintores, Montparnasse y pensar que allí estuvieron muchos de los mejores artistas de todos los tiempos e imaginarlos pintando.
Bailar el hula hula, guiada por hawaianos, y pasarme toda una noche vestida con sólo un pareo y disfrutando de una fogata en la playa.
Descubrir a lo que sabe en mi boca, el hielo de los glaciares.
Conversar a la subida de El Tibet, con sus gentes, procurando aprender cómo es su cultura y sus problemas.
Sentir en mi mismo cuerpo, como sienta el ron cubano, cuando se baila en Baradero.
Ver bailar a una pareja Argentina, en el Barrio de la Boca.
Visitar África y ver los animales en libertad, en su propio habitat. Y notando el tacto de un bebé africano, entre mis brazos. Dejando que las mujeres me atavien con prendas típicas.
Cruzar un gran lago chino, y ver como vive la gente, fuera de las grandes ciudades.
O visitar la India en tren. Vestida con un sari, prestado por uno de los participantes a un festival gay, al que voy a asistir.
Y a la vuelta, quedarme unos días en las Islas Maldivas.
Haría infinidad de fotografías, tomaría notas de lo más interesante y creo que habrían cosas dignas de ser contadas por su belleza y otras, tan miserables que habría que denunciarlas.
Pero bueno, hasta entonces, seguiré viajando con la imaginación... ya que con imaginación, casi todo es posible.

Friday, September 15, 2006

Sin palabras.

Gracias por la fotografía, a A.A.L., uno de mis fieles y sufridos lectores.

Wednesday, September 13, 2006

En ningún sitio, como en casa.


Sólo durante las últimas 24 horas, han llegado a las costas de Tenerife, 357 inmigrantes.
Llegan en pequeñas embarcaciones, mal llamadas por los medios de comunicación, paretas o cayucos.
Vienen a nuestros paises, impulsados por la mala situación en sus paises de origen e impulsados y extorsionados por las mafias existentes en sus paises.
Alentados por la idea de que les espera un futuro mejor del que se les presenta.
Confiados en que podrán hacer un viaje incierto, durante el cual, sólo Dios y ellos saben lo que pasan durante el transcurso del mismo.
Muchos de ellos, no llegan, ya me mueren durante el trayecto; y han de ser lanzados al mar por los ocupantes que sobreviven, ya que suelen viajar más de los que pueden, hacinados en esas pequeñas embarcaciones. Otros han de beber agua del mar o comer incluso, mastican trozos de madera de la misma embarcación.
Y los que consiguen llegar a nuestras costas, llegan exhaustos o con hipotermia.
E incluso, se han dado casos en los que mujeres han dado a luz en dichas embarcaciones o bien, viajan con niños de muy corta edad.
Solemos ser solidarios con estas gentes, pero con el tiempo, nos estamos insensibilizando ante estas noticias y estas imágenes.
Algunas veces, me pregunto si habría que atajar este problema, desde los paises de origen de estos inmigrantes. Darles a ver las imágenes que nosotros tenemos, de cómo llegan a las costas y las de los que no han tenido la suerte de poder llegar.
Mostrarles que en España no hay trabajo para todos los que vienen y que muchos de ellos, al llegar sin ningún tipo de contrato de trabajo, se verán obligados a vivir de la mendicidad en el mejor de los casos.
Y fomentar entre nuestro gobierno y el gobierno de los inmigrantes, ayudas para evitar que las mafias hagan presas a estas mujeres y hombres, que tan sólo desean un futuro digno. Ya se que esto es una utopía, pero no por eso, debemos ignorar lo que pasa a nuestro alrededor.
Recordemos cuando mucha de la población de España, a lo largo de nuestra historia y sobre todo durante la guerra, ha tenido que emigrar para tener nuevas oportunidades.
Además, muchas veces me asalta este pensamiento:
"Cuando estamos, incluso estando de vacaciones o de viaje y regresamos a nuestras casas, estamos pensando en lo mucho que hemos echado de menos nuestro entorno. Deseamos volver a dormir en nuestras camas, comer nuestras comidas... por lo tanto... ¿cuánto y qué han de añorar los inmigrantes?".

Monday, September 11, 2006

Una mañana cualquiera.


Aquella mañana, podía haber cambiado toda su vida. Y de alguna manera, lo hizo.
Él es un hombre casado que a su madurez, había encontrado la manera de volver a los quince años, con aquella joven.
Tuvieron un encuentro sexual, cuando a penas se conocían, pero se necesitaban mutuamente.
Después de aquella primera vez, le siguieron muchas otras, pero muy distanciadas en el tiempo.
Ella, pasó una temporada sin tener noticias de él y pensó que algo había ocurrido.
Descubrió que él, había sufrido una operación de corazón y que había estado hospitalizado.
Ella se sorprendió al tener la terrible pregunta, de que si (llegado el caso) él falleciera, ella se enteraría de algún modo. Ya que ellos, llevaban anónimamente, esta amistad entre ellos.
Mas aún, cuando ocurrió algo dantesco: el fatídico 11-M.
Aquel día que nos sobrecogió a toda España, él podría haber ido en aquel tren. Puesto que él es de un pueblo a las afueras de Madrid y tenía que ir a la capital, para su chequeo médico trás la operación.
Pero decidió tomar el tren más tarde. Ella en la distancia estaba unida al dolor de él y ese día, los dos unidos en el espanto, a toda España y gran parte del mundo.
Lástima que nos unamos tanto y sintamos tanta empatía, solamente en esos graves acontecimientos.


Para ese "angel" protector,
que en el 11-M no madrugó.

Wednesday, August 30, 2006

Mercaderes.

Todos los días, había un incesante ir y venir de gente, por las calles de Murcia.
Y sobre todo, los días de mercado. Esos días, eran los favoritos de él.
Había un aroma especial en el aire. Era como si el sol se pudiera oler. Notaba como el sol calentaba su cara, mientras ojeaba los puestos instalados a lo largo de las calles.
Veía el color de las frutas, el brillo que tenían aquellas verduras que parecían sacadas de un bodegón. Le encantaba hundir su mano, en los sacos de legumbres... era una sensación que adoraba. Y sabía que pronto llegaría al puesto, en el que veía a los grandes comerciantes de aquel lugar, los corredores de ganado.
Allí reía como nunca, cuando escuchaba a los lugareños y a los corredores, hacer sus tratos.
Los corredores y los vendedores de aquel mercado, eran hombres y mujeres que a parte de encontrarse allí todas las semanas para vender sus mercancías, no se conocían de nada. Aún así, siempre acababan contándose, hasta pequeños secretillos de alcoba mientras saboreaban un chato de vino en la cantina.
Habían mujeres, que alegremente vendían su género y lo anunciaban a voces... "Guapa, llévate bragas". Aquello también le hacía esbozar una sonrisa en su cara.
Y cuando el día de mercado llegaba a su fín, todos recogían sus puestos y se reunían antes de marchar; unos habían tenido buena mañana y habían logrado vender casi todo. Y estos a su vez, animaban a los que no habían tenido tanta suerte, diciéndoles: "La semana que viene, té comprarán hasta lo que lleves puesto".
Y contemplando las caras de los vendedores, él regresaba a su casa sonriendo... con sus ojos llenos de sensaciones que guardar.


Para A.N.: A tí, que me animas a seguir escribiendo.

Thursday, August 24, 2006

Volver a levantarme.


¿A que es bonito el recordar, cuando reíamos de pequeños?

En estos momentos de mi vida, debería pretender muchas cosas. Muchas de ellas, las tengo en mente y pienso intentar hacerlas. Pero casi todas esas cosas, aunque lleguen tarde... las esperaré y lucharé por que vengan a mi vida.
Otras, estoy empeñada en volver a hacerlas a toda costa.
Comienzo de nuevo a sonreir. Anhelo tener de nuevo esa sonrisa espontánea, que te sale al mirar a tu alrededor, y que no estás pendiente de si alguien te está mirando o no.
Saber demostrar a quienes me rodean, con sólo mirar a mis ojos, que me siento feliz y esperanzada.
Como los ojos de un niño, que sonrie inconscientemente a la vida, con sus ojos a penas sin desgastar.
Hay tanta belleza a nuestro alrededor, pero hace falta los ojos apropiados para apreciarla... no basta con mirar para ver.

Saturday, July 08, 2006

Abierto por vacaciones.



He tenido durante un tiempo, mi blog aparcado.
Han transcurrido muchas cosas desde entonces y muchas otras, están por ocurrir.
Pero este fín de semana, comienzo mis esperadas y ansiadas vacaciones.
Una época para relajarse, para el ocio, para hacer esas cosas que normalmente no tenemos tiempo.
Y si pienso en un momento agradable, en algo que me gustaría hacer, es disfrutar de una agradable siestecilla, en una hamaca.
Cerca del mar escuchando las olas, en una sombra y sabiendo que todo a mi alrededor está en calma.

Sunday, April 23, 2006

Creadora de sentimientos.



Lo cierto, es que me llego a imaginar este mundo sin muchas de las comodidades de las que disfrutamos.
Pero, no me llego a imaginar un mundo sin música, aunque parezca algo raro.
Desde que tengo conciencia, estoy rodeada de ella .
Recuerdo, que cuando era niña, le quité a mi abuelo un transistor pequeño que tenía. Él lo utilizaba para escuchar el fútbol y yo pensaba que aquello era desperdiciar aquel aparato. Al final, lo dió por perdido y yo callada, asumí que me lo podría quedar. Al fín y al cabo, no pareció echarlo demasiado en falta.
Yo, me lo colocaba bajo la almohada y poder escuchar la música, estando acostada en mi cama durante las noches.
A lo largo de toda mi vida, me ha acompañado, como una compañera infatigable y persistente.
Cuando me compraba algo nuevo de música, lo primero que hacía al llegar a casa, era ponerlo y escuchar con todos mis sentidos.
Cuando alguna canción o música me gusta mucho, se me llegan a erizar todos los poros de mi cuerpo. Y hasta parece, que me transportara a los lugares, que esa música me inspira.
Hoy en día, creo que no he llegado a pasar un sólo día, sin llegar a escuchar algo de música en algún momento del día.
Por la mañana, lo primero que hago, es ponerme la música en el ordenador que tengo en la planta alta de casa.
Si me bajo a la otra planta, pongo el DVD o el reproductor de MP3 que tengo en la cocina.
Si entro a la ducha, tengo una de esas radios/ducha.
Cuando voy en el coche, enciendo la radio y busco la música que más me guste.
En el trabajo, me pongo música en el ordenador. Y por si faltara poco, me compré un MP3 portátil, para cuando esté en la calle o bien para llevar música a todas partes.
Para mí, el escuchar una canción o música nueva y que me evoque buenas vibraciones, es como abrir un gran regalo.
La música. Mi eterna compañera.

La puerta del corazón.





Es difícil el decidir cuando hemos de tener la puerta abierta o cerrada a los demás.
Muchas veces, por miedo a sufrir desengaños. Otras veces, la abrimos de par en par, sin temer nada. Nos aventuramos a lo que pueda venir.
Otras veces, no sabemos si hemos de cerrar nosotros mismos, nuestros corazones, para que nuestros fantasmas no vuelvan a ver la luz.
Pero para mí, es maravilloso el momento en el que te atreves a dejar entrar a alguien inesperado en tu vida:
Un amigo, el cual existía pero, por circunstancias de la vida llegaste a creer que jamás podrías ser algo cercano a él que una simple conocida. E incluso permitirnos la amistad con esa persona, nos parece bastante difícil.
Y te dás cuenta, de que no somos tan diferentes en el fondo.
Sí que existen diferencia evidentes, pero cuando presentimos que esa persona nos es afín, es raro que nos equivoquemos.
Todo lo contrario. Pensamos en el tiempo que ha pasado y que hemos llegado a perder por pensar demasiado las cosas.
Sé que todos hemos de aprender a sufrir desengaños y muchos lo hemos aprendido a base de bien.
Aún así, no tiro la toalla en mi constante de encontrarme bien con mi entorno y sobre todo, con los que me rodean.

Monday, April 17, 2006

Estrellas y mariposas.



Una mariposa intentaba llegar a las estrellas. Sentía fascinación por ellas. Volaba hasta quedar extasiada, como si pudiera en alguno de sus intentos, atrapar una de aquellas estrellas.

Pero como le era imposible el alcanzarlas, ella hacía como si alcanzara una. Se posicionaba a la altura, capaz de que cuando dejara abiertas sus alas, pareciera como si pudiera abrazar a una de las estrellas.

Siempre, el resto de las mariposas, se reían de ella. Todas sabían perfectamente, que jamás alcanzaría una estrella.

Pero aquello no era lo importante para la ilusionada mariposa. A ella le bastaba con sentir cada día, como aquello que parecía imposible, le llenaba de entusiasmo e ilusión.

Una mañana, el resto de las mariposas del lugar, se quedaron asombradas.

Vieron como a la osada mariposa, le habían aparecido en sus preciosas alas, colores inimaginables y todos con formas de estrellas.

Tal vez, las estrellas al sentirse tan admiradas por aquella mariposa, le hicieron aquel regalo... ¡¡tal vez!!

Saturday, April 15, 2006

Sensaciones.





¡Cuántas sensaciones agradables nos rodean!
Y con sólo percibir un olor determinado, hace que nos venga a la memoria esos momentos, esas sensaciones.
El tacto de un bebé recién bañado y su olor.
El sabor de un helado y las sensaciones que nos produce.
El olor a algodón de azúcar y relacionarlo con nuestra niñez.
El tacto de unos labios que deseas, contra los tuyos, la primera vez que nos decidimos a besar a ese alguien deseado.
El olor a mar y cerrar los ojos para solamente, escucharlo.
El calor de un abrazo, cuando más lo necesitamos y nos hace sentirnos más seguros que nunca.
El olor del pan recién hecho y recordar como arrancábamos un trozo, sin que nuestras madres nos vieran y salir riendo de la cocina.
Son infinidad de sensaciones, olores y recuerdos...

Tuesday, April 04, 2006

Bando de la Huerta.


Un año más, llegan las fiestas de primavera a nuestra ciudad, Murcia.
Y uno de los actos que más me gustan, es el Bando de la Huerta.
Por un día, nos vestimos con atuendos que hace muchísimos años, que ya no utilizamos.
Aperos de labranza, carretas, animales de tiro...
Es muy bonito ver hasta a los más pequeñines, vestidos con el traje regional.
Todos, invadimos el centro de la ciudad.
Lo único es que ese día, es casi imposible el acercarse a una barraca a comer. Pero bueno, nosotros nos preparamos nuestros propios bocatas o bien, compramos unos pasteles en alguna confitería y nos vamos a uno de los muchos jardines, a comer. Nos sentamos en la hierba y allí comemos, haciendo fotos de nuestro alrededor y observando a la gente allí congregada.
Después nos paseamos por la Gran Vía, hasta llegar a una heladería, donde todos los años nos compramos un helado. Y a la hora de la siesta, nos retiramos a casa, a descansar.
Lo malo de este día, es que muchos jóvenes, acaban con intoxicaciones etílicas. Aunque la gran mayoría de nosotros, también hemos cogido alguna borrachera que otra. Pero bueno, con la edad, todo cambia... hasta nuestros excesos.

Friday, March 31, 2006

¡Llegó la primavera!



Llega el tiempo, en el que todos y todas, nos preocupamos por los dichosos michelines.
Que si me sobra barriga, que si la ropa del verano pasado no me vá a caber... jajajja...
Chorradas. Lo mejor, es que llega el buen tiempo. Los días se alargan.
El sol nos visita todos los días, haciendo que veamos los mejores colores que la naturaleza nos regala.
Y por cierto, no sólo los hombres se alegran de ver a las mujeres. Durante el invierno, parece que estamos acolchadas en nuestros atuendos y es como si desaparecieran nuestras formas.
Las mujeres, también nos notamos más excitadas con la llegada del buen tiempo. Nos sentimos más sensuales con nuestras vestimentas más ligeras y coloridas.
Y es cierto, que también nos alaga percibir que somos miradas, notando que somos más atractivas.
¡Viva la primavera, qué leches!

Wednesday, March 29, 2006

Volver a sonreir.



Este escrito, es para intentar cambiar el tono de todo mi blog.
He pasado mucho tiempo triste y según mi estado de ánimo... así me salían los escritos.
Pero a partir de ahora y gracias a buenos consejos, voy a ponerme manos a la obra y a escribir sobre pensamientos bonitos.
Vivencias agradables, gentes pintorescas,... en fín, espero que os guste el nuevo cambio.
Por cierto, quienes me conocen, ya saben que soy yo la de la fotografía.

Sunday, March 26, 2006

Seguir el camino.


Mañana comenzaré de nuevo el camino.
Aún tengo algo de temor a volver a caer de nuevo, pero me empeño en intentarlo de nuevo.
Volver a mi vida, que aunque monótona, no deja de ser vida.
Volver con mis compañeras, con mi trabajo.
Pienso que nunca es tarde, para retomar el tiempo perdido.
Hay gente, que por miedo a sufrir, abandonan las cosas que quieren o han querido.
Pero, prefiero herirme en el intento a no intentarlo de nuevo.
Espero y deseo tener ánimos, para poder seguir este camino; no lo temo porque sea nuevo o desconocido... lo temo por mí misma. Suelo caer mas rápido de lo que me levanto, tras la caida.

Thursday, March 23, 2006

En mi maleta.




Hay veces, en las que aunque uno no lo desée, ha de guardar en una maleta los recuerdos más bonitos que haya vivido.
Bien porque uno así lo decida o bien, porque sea lo que otras personas lo han querido así.
Cuando te has de mudar de lugar, guardas las vivencias en aquel sitio.
Cuando te cambias de trabajo, guardas los buenos y malos momentos, vividos con tus compañeros.
Cuando pierdes un amigo por tu culpa, guardas en esa maleta, hasta el mas mínimo recuerdo de él.
Pero lo malo, es que tan sólo serán recuerdos y no volverás a vivirlos. No deseo perder más amigos ni vivencias bonitas, para luego tener que desprenderme de todo ello. Son demasiado bonitos para tener que guardarlos.
He de vivir intentando crear nuevas ilusiones que no se queden en esos jodidos recuerdos, que he de guardar a lo largo de mi vida.

Tuesday, March 21, 2006

Asturias, bella tierra.


Es uno de los lugares, en los que me he sentido mejor.
Su vegetación, sus casas, sus gentes...
En ese lugar, descubrí que aún existen las luciérnagas. Que el agua corre limpia por doquier.
Que hasta la última flor que encuentras por los caminos, no tiene nada que envidiar a las que hay en las mejores floristerías.
Caballos en libertad, dando de mamar a sus potrillos.
Mis hijos, conocieron allí lo que es ver salir los pollitos de los huevos y dieron de comer a un ternero. Y daban pan a una burra llamada Lola.
Como algo anecdótico os contaré algo sobre esa burra:
Por lo visto, su novio era un burrito del lugar, pero era más bajito que ella. Así que cuando el burro quería montar a Lola, los vecinos tenían que sujetar al burro, para que pudiera montarla y no se cayera durante el acto, jejej...
Y la señora que nos alquilaba la casa rural, Agustina, ya es como de la familia. Mis hijos la llaman, la abuela de Asturias.
Había momentos, que subiendo los prados, llegabas a un punto desde el cual tus ojos no podían abarcar todo lo que desde allí se podía divisar.
Intentaba plasmar aquella belleza con mi cámara de fotos, pero me parecía imposible captar toda esa maravilla. Y mucho menos, poder guardar en una instantánea, la sensación de inmensidad que percibía por todos y cada uno de los poros de mi piel.


Fotografía realizada por mí,
en Asturias, en el 2004.

Monday, March 13, 2006

Una mañana cualquiera.


En esa mañana de otoño, todos acudieron al parque por el que solían trasnochar los amantes.
Observaban atónitos una gran escalera que había al fonde del parque. La escalera estaba clavada en la tierra y curiosamente, no tenía apoyo ninguno en su parte alta. Aunque aquello no hacía que la escalera se cayera.
Todos sacaban distintos motivos, sobre el porqué de aquella escalera.
Unos decían que podría haber dejado un ladrón, que la iba a utilizar para pasar el muro que dividía el parque, respecto de las casas contiguas. Pero, no estaba tirada en el suelo del jardín ni apoyada sobre el muro. Por lo que les continuó pareciendo extraño.
Otros dijeron, que parecía como si hubiera caido del cielo. Pero aquello no tenía lógica ninguna.
Hubo quien pensó que aquello era una obra de los chiquillos del lugar... algo con lo que jugar en el jardín. Pero la escalera era demasiado grande como para poder unos niños con ella; además, la colocaron en la madrugada, cuando todos los niños duermen en sus casas.
Nadie sospechaba que cerca de allí, estaba el autor de aquello.
Vivía en una de las buhardillas, de las casas contiguas al jardín.
Era un joven artista. Siempre había mantenido oculta su pasión por el arte de la pintura.
Tan sólo pintaba y dibujaba para sí mismo. Sentía que no existía el tiempo, cuando creaba en su pequeño habitáculo.
Aquella madrugada, decidió hacer algo que enseñar a los demás... algo que les hiciera pensar en lo que ocurre mas allá de sus miradas.
Colocó la escalera y esperó a que llegara la mañana. Y le encantó ver desde su ventana, oculto tras una cortina, las expresiones de sus vecinos.
Estaba acostumbrado a dibujar sus caras, de memoria. Y esa mañana, plasmó en sus lienzos, miles de expresiones que jamás pensó que vería en aquellas caras.
Esa mañana fué especial para los habitantes del lugar, que decidieron dejar la escalera en aquel jardín y seguir divagando sobre el porqué de aquella escalera. Además, los niños parecían divertirse mucho jugando en aquel lugar.
Y una mañana aún mas especial para el joven artista, logró darles parte de su arte a sus vecinos y tener un buen lugar desde donde captar sus expresiones, que posteriormente plasmaría en cuadros.

Thursday, March 09, 2006

Evitémoslo.


Es muy triste, que hoy en día, tengamos que continuar hablando de malos tratos a niños. Y más duro aún es que esos malos tratos, los reciban por parte de sus progenitores. De padres que se supone que están para cuidar que nada malo les ocurra.
Y mucha parte de la culpa de que esto continúe ocurriendo, es de la sociedad en general. ¿Porqué no hacemos nada cuando sabemos a ciencia cierta o sospechamos que algún niño que conocemos o desconocemos, está siendo mal tratado?
Creo que no debemos esperar a que salga en los periódicos, para dar la voz de alarma.
Los niños son lo más preciado que tenemos en este mundo. No hay nada comparable a la inocencia que se percibe en sus ojos. Dependen totalmente de los adultos, para su desarrollo. Tanto personal como emocionalmente.
Y para ello, durante la infancia, han de sentir que son amados y protegidos. Esos serán sus pilares para el resto de sus vidas. Hacemos y somos lo que aprendemos. Por lo tanto, si un niño no se siente querido ni protegido, no tendrá autoestima. Se la habremos quitado.
¡Basta de insultos, de golpes y de pensar que porque son pequeños, no tienen sentimientos!

Huele a sol.

Parece que quiere volver el sol a mi vida.
Aunque aún siento, los nubarrones que me acechan constantemente y de los que quiero huir.
Necesito la luz del sol, notar su calor en mi cara.
Sentir que estoy viva.
Hay veces, que tras haber estado tan mal... cuando remonto, es como si respirara diferente.
Tanto tiempo inhalando aire gris, que cuando estoy bien, es como si el aire hubiera cambiado.
Olor a azahar, olor a las flores de los árboles de la huerta...
Ahora me encuentro, como uno de esos árboles.
El cual, ha estado sin hojas y totalmente despoblado y que ahora, comienza a agradecer al sol su calor... ofreciéndole bellísimas flores.
Pero cruzo mis dedos, pidiendo que nada me haga volver a marchitar.

Tuesday, March 07, 2006

Resurgiendo.



Estoy intentando recomponerme pieza a pieza.
Quedé como un castillo de arena, cuando sube la marea.
Ahora me queda el reto más duro.
Salir para adelante, armarme de valor para afrontar el día a día.
Tener fuerzas para valorarme a mí misma e intentar no pensar tanto en los demás.
O simplemente, no pensar en las cosas que me duelen y que me pueden hacer volver a caer.
Deseadme suerte... la necesitaré.

Sólo lo recuerda mi cuerpo.



Mi cuerpo recuerda perfectamente, el momento en el que mi mente me dijo que no podía más con tanto dolor.
Y pongo en duda, que el dolor físico sea peor que el dolor de la mente.
Para el dolor físico hay calmantes que nos proporcionan alivio... ¿pero que hay que sane el dolor de la propia alma?
Esa mañana, caí en picado y me dejé llevar, ya que estaba cansada de luchar. Y el resto del día, está como borrado. Sólo recuerdo pequeños detalles.
Y de esos detalles, prefiero no acordarme. Duelen demasiado.

Sola.




No hay nada, como sentir que se está sola, a pesar de estar rodeada de una multitud.
Deseas gritar que estás ahí, pero no sabes a quien decírselo.
Ya que todos te miran... pero una cosa es mirar y otra muy diferente, es "que te vean".
Te miran, pero, realmente no se detienen ante las miradas.
No se preguntan lo que hay tras un gesto, tras un suspiro, tras unos ojos tristes...

Monday, February 27, 2006

¡Paséa conmigo!


Hubo un tiempo, en el que paseábamos como amigos.
Un tiempo, en el que todos los días, nos echábamos de menos con tan sólo despedirnos.
Un tiempo, en el que los cafés, sabían mejor estando a su lado.
Un tiempo, en el que las mañanas brillaban más, con su sola presencia junto a mí.
Un tiempo, en el que con sólo sonreirme, lograba que yo sonriera como hacía años que no lo hacía.
Un tiempo, que me sentí segura junto a él.
Un tiempo, en el que me sentía la "niña" de sus ojos.
Hubo un tiempo...

Añoro ese tiempo.

Wednesday, February 22, 2006

Castillos de hielo.


Sin pretenderlo, hacemos castillos en el aire.
Castillos en los cuales, distribuimos por cada una de sus habitaciones, nuestros sueños y deseos por cumplir.
Y la gran mayoría de veces, lo hacemos dejándonos llevar por esos sentimientos. No hace falta que nadie nos aliente a tenerlos.
Simplemente, están en nuestro interior. Y aunque sepamos que no debemos o que no lograremos lo que ansiamos, los dejamos salir de nosotros y ocupar este castillo.
Lo malo, es cuando nos damos cuenta de que esas habitaciones no debían ser ocupadas, ya todo el suelo está hecho de cristal.

Monday, February 20, 2006

¿Lo piensas tú también?


Creo sinceramente en el valor de la amistad.
En que es posible esa conexión con otra persona, a la que en un principio, desconocemos por completo.
Lo difícil es, dar ese paso. Lo que más nos cuesta es acercarnos a alguien que no conocemos.
Pero una vez dado ese pequeño paso, podemos darnos cuenta de que tenemos algo muy bello en nuestras vidas.

¡Amigo!
¡Qué palabra tan pequeña, para definir algo tan grande y necesario en nuestras vidas!

Día tras día.



Todas las mañanas, estaba acostumbraba a despertase bastante triste y sin razón ninguna ni aparente.
Se sentía tan sola, que casi sentía como si le doliera el alma.
Se reconocía oliendo el pijama de sus niños, que estaban aún sobre sus camas. Y ese solo gesto, le hacía que con cerrar sus ojos, le fuera posible el verles. Pero en realidad, estaba totalmente sola en casa. En muchas ocasiones, se solía poner la música bien fuerte, para no escuchar la soledad.
Solía levantarse, pensando en lo que haría durante las largas mañanas de invierno. La casa, le parecía demasiado triste y solitaria sin nadie que la acompañara o que hablara con ella.
Así que casi siempre, y sin poder encontrar algo que le hiciera llenar el tremendo vacío que sentía, se volvía a meter en la cama. Con la esperanza de que el tiempo pasara mas rápido y así, ocuparía su tiempo. Ya que no encontraba la motivación que le hiciera, estar despierta durante toda la mañana.
Siempre, solía ponerse el despertador, para no despertarse demasiado tarde y que le diera tiempo a hacer las tareas de casa, antes de marchar hacia su trabajo.
Y algunas veces, cuando sonaba la alarma, sentía que estaba tan cansada o desanimada que volvía a poner el despertador, un ratito más tarde. Agotando hasta el último minuto.
Después, se levantaba y le daba el tiempo justo de recoger la casa. De preparar la comida para su familia y prepararse para salir hacia el trabajo.
Su marido, siempre le decía que ella no comía demasiado bien. Pero a ella, no le gustaba mucho el hecho de tener que comer, también sola. Para ella, la hora de comer perdía el aliciente. Tan solo comía por mera necesidad física. Hasta en esos momentos, se sentía tremendamente sola.
En cuanto llegaba su hijo pequeño del colegio, ella le decía desde que aparecía por la puerta hasta que ella se marchaba a su trabajo, lo mucho que lo quería. Él en su normal ignorancia, no percibía que ella necesitaba el contacto con él. Aunque este adorable enano, siempre le respondía diciéndole lo mucho que él también la quería a ella.
Marchaba hacia su trabajo, escuchando música en el coche. Siempre, la música había sido la única cosa que siempre la acompañaba.
Y cuando estaba en su lugar de trabajo, le gustaba escuchar a gente a su alrededor. Y sobre todo, participar en conversaciones, en las que sus compañeras la adentraban. Pero, continuaba sintiendo un vacío. El silencio que provoca la ausencia de una verdadera amistad. De esa amistad incondicional que tanto añoraba.
Al llegar la noche y a la salida de su trabajo, sentía que había logrado pasar otro día mas. Aunque también sentía cierto pesar, por no saber vivir de otra manera el tiempo que pasamos en este mundo. Cuando tenía previsto algo que se salía de lo habitual de su vida, sentía que pasaba mejor los días. Pero sabía, que no siempre tenemos expectativas de cosas difetentes en nuestras vidas. Y hasta en los momentos que se divertía o era algo más feliz, se sentía algo reacia a sentirse así. Porque no quería confiarse demasiado en aquella fugaz felicidad. O tal vez, para no echar tanto de menos, el estar acompañada cuando no lo podía estar
Desearía que una mañana, algo le haga descubrir aquello que hace que muchas personas, estén contentas de ver una fría mañana de invierno. Y que no desee el perderse, ni un minuto de su prestada vida. No por el hecho de hacer algo diferente al resto de los días... si no por aprender, simplemente vivir.


Acrílico de Nicoletta Tomas Caravia.

Wednesday, February 15, 2006

Respirando esperanza.


Esperando llegar a ser entendida.
Anhelando que ese nudo en el estómago, se deslíe.
Pensando en cual es la mejor manera, de hacer las cosas.
Escuchando su propia conciencia.
Respirando incertidumbre.
Deseando vivir, aunque sean tiempos difíciles.
Achuchando a sus enanos, como si en uno de esos abrazos, pudiera fundirlos con ella.
Intentando sentirse normal, entre los demás.
Asimilando su futuro incierto.
Respirando...



Acrílico de Nicoletta Tomas Caravia.

Monday, February 13, 2006

Todo.


Todo me parece tan distante...

Lo que un día me hizo sonreir, lo que me hizo desear hasta estremecer todo mi cuerpo, lo que me hizo pensar que todo podría ser diferente...
Ahora, desde otra perspectiva, lo veo todo diferente.
Percibo todo desde el punto de vista, de quien ha amado y ha dejado de amar. Aún siendo todavía amada.
Soy excéptica a volver a amar y a ser amada.
Y prefiero marcar distancias, respecto a lo que haga que pueda volver a sentirme mal.
No creo necesitar ser amada y siempre encuentro en mi descendencia, a quien amar.
Pero aún asi, ¿porqué me siento tan mal, al rehusar a ser amada, aún necesitándolo tal y como lo necesitamos todos?
¿Será porque sé que hago daño, sin querer, a quienes me quieren?
Espero que si en algo he dañado a alguien que me haya amado o sentido algo por mí, me sepa perdonar aunque no me comprenda del todo.


Acrílico de Nicoletta Tomas Caravia.

Friday, February 10, 2006

Las cúpulas.


No tuvo ganas de levantarse en toda la mañana, a pesar de que estaba ansioso por salir a la calle.
Sabía que al medio día, sería la inauguración de tres nuevos edificios en la ciudad. Pero tenía el presentimiento, que no serían unos edificios corrientes.
Había oido hablar en voz baja a los mayores; decían y murmuraban, que aquello iba a ser algo muy bonito para los niños del lugar. Decían: ¡una dulce sorpresa!
Y cuando llegó la tarde, algo le hizo tirarse de la cama y vestirse rápidamente.
Entraba por su ventana, un olor muy agradable. Ese olor, le recordaba a cómo olía la ciudad, cuando los feriantes llegaban.
Correteo por las calles, hasta llegar a una explanada, desde donde se divisaban los nuevos edificios.
Se detuvo a contemplarlos, un tanto atónito.
Ya había descubierto, cual era la que llamaban la "dulce sorpresa".
Habían construido unos majestuosos templos, con las cúpulas hechas de azúcar.
Ya comprendía todo. Ese era el olor que percibió estando en la cama; era el olor del azúcar al tostarse con el calor del sol. Por eso relacionaba ese olor con los feriantes: siempre que podía, compraba algodón dulce en la feria.
Se quedó contemplando aquella imagen de la ciudad y no deseo vivir en ningún otro sitio, que no fuera aquel.
Un lugar que parecía haber sido creado, para que todos vieran sus sueños cumplidos.



Acrílico de Nicoletta Tomas Caravia.

Tuesday, February 07, 2006

Largo viaje.






Había vivido en demasiados lugares, como para considerar que su hogar estaba en algún lado.
Durante todo ese tiempo, había conocido sitios, con los que jamás habría soñado que existieran.
Ella siempre decía, que el aire era diferente en todos y cada uno de los paises en los que había vivido.
Pero su lugar preferido, el lugar en el que se había encontrado como si estuviera en casa, fué en la India.

Y allí, había descubierto a amar por primera vez.
Aunque también, experimentó el dolor de una ruptura.
Él le había enseñado, a una edad muy temprana, lo que es desear y ser deseada. A disfrutar haciendo el amor, hasta caer extasiados.
Lo malo, es que los dos sabían que aquello se acabaría, el día en que ella tuviera que partir hacia otro lugar.
No deseaba marchar, pero la constante de su corta vida, era el cambiar incesantemente de lugar.
Todo ello, condicionado por los destinos laborales de su padre, un alto cargo militar.
E inevitablemente, llegó el día en el que tuvo que dejar atrás todo.
A el que consideraba, su amigo y maestro en su despertar sexual.
A su, considerado hasta ahora, hogar. La India.
Y a su aire, con olor a especias.


Acrílico de Nicoletta Tomas Caravia.

Saturday, February 04, 2006

La niña que miraba al infinito.

La gente decía de ella, que era una niña muy tímida.
Pero, no era eso. Había aprendio a observar y a callar.
Había tomado la posición de vivir, casi en un mundo imaginario. Un lugar donde donde sentirse amada y feliz.
En ese lugar, imaginaba que todo lo que en realidad estaba viviendo, no ocurría de verdad.
Imaginaba que tenía motivos para sonreir.
Soñaba con hacer tantas cosas... soñaba con hablar a todos, de cómo se encontraba en realidad.
En vez de ocultar su tristeza, la cual se había convertido en un hueco tan grande en su pequeño pecho, que casi creía que le cabrían sus dos puños.
Anhelaba, a pesar de su corta vida, que los días pasaran rápidamente.
Deseaba que algún día, alguien la abrazara con el cariño que hasta ahora, casi nadie le había dado.
Miraba a su alrededor y veía como era el resto de la gente. Y preguntándose, porqué ella vivía cosas "diferentes".
Y preguntándose si allá en el infinito, alguien se daría cuenta de que tan sólo era una niña... una niña que hasta había deseado ser invisible como el viento.


Acrílico de Nicoletta Tomas Caravia.

Thursday, February 02, 2006

Gracias.

Por escucharme, en mis momentos mas bajos.
Por sonreir conmigo.
Por darme bellos momentos, que jamás olvidaré.
Por ser, principalmente y ante todo, mi amigo.
Por hacerme tirar para adelante, cuando me cuesta tanto.
Por entenderme, aún cuando ni yo lo hacía.
Por hacerme sentir tan especial.
Por quererme y darme tu cariño tan incondicional.
Por bajar conmigo, al centro de mi dolor y no dejarme sola en ese lugar.
Por valorarme, mucho mas de lo que yo lo he hecho, en toda mi vida.
Por enjugar mis lágrimas, deseando que jamás, las vuelva a derramar.
Por desearme lo mejor, aun cuando sea lejos de tí.
Por verme tal y como soy... y a pesar de mis defectos, quererme y aceptarme.
Por continuar siendo mi amigo, a pesar de las posibles distancias.
Por todo... ¡gracias!

Tuesday, January 31, 2006

Sunday, January 29, 2006

La espera.


Esa incertidumbre.

Saber si mañana brillará el sol.
Saber si este año será igual que el pasado.
Saber si esa operación quirúrgica saldrá bien.
Saber si a mis hijos les irá bien en sus vidas.
Saber si podré encontrar mi lugar en el mundo.
Saber que los fantasmas no volverán a atormentarme en mis sueños.
Saber que todo lo vivido entre los dos, no se olvidará.
Saber que serás siempre "mi amigo".
Saber que se puede llenar este vacío vital.
Saber que podré volar sola.

Tuesday, January 24, 2006

Vamos al mar.



Cuando miramos el mar, nos damos cuenta de lo pequeños que somos.
Y aún sintiendo eso, al contemplar los oceanos, sentimos que estamos más vivos que nunca.
Sentimos la humedad en nuestras caras, sentimos el olor inconfundible, y ese sonido que solo el mar sabe hacer.
Pensamos en las personas que contemplaran en esos mismos instantes, el mar desde otro lugar... desde otros continentes.
Pensamos en lo que sería ver la profundidad, el pasar rozando con nuestros dedos, la arena que se posa en el fondo.
Como si pudiéramos volar, pero bajo el agua.
Imagínate esto, con los ojos cerrados:
No sentir ni frío ni humedad.
Estar como si siempre hubieras podido respirar bajo el agua.
Despojarte de tus vestiduras, caminar adentrándote en el mar.
Notando como tu pelo, es manejado por el movimiento del agua.
Y como el oleaje mece todas y cada una de las partes de tu cuerpo.
Cerrar los ojos y notar todas esas sensaciones.
Para después abrirlos... contemplar tus manos mientras cogen lentamente, un puñado de tierra del fondo.
Abrir el puño, dejando escapar hasta el último grano de arena, mientras abres los brazos como queriendo abarcar todo lo que te rodea.
Queriendo fundirte con esa maravilla que te rodea, hasta donde te alcanza la vista.
Deseando poder oir en la vida diaria, el latido de tu corazón, tal y como lo escuchas bajo el agua.
Parece que fuera el único sonido del mundo.
Y no sentir el transcurrir del tiempo, ni las prisas, ni las comparaciones...
Sólo estar sintiendo, sentir eternamente.

Wednesday, January 18, 2006

¡Dime, espejito mágico!


Debemos cuidar nuestro cuerpo, ya que nos tiene que durar toda la vida. En eso estoy de acuerdo. Pero lo malo es que estos cuidados los convirtamos en obsesiones.
Y mucha culpa de ese problema, la tenemos la sociedad en general.
Catalogamos a las personas por su físico, desde que somos pequeños. Aunque cuando somos unos críos, lo hacemos sin ningún tipo de maldad. Decimos a nuestros padres que están gorditos, y nos encanta acurrucarnos en sus barrigas.
Con el tiempo, utilizamos la palabra gordo, con un tono despectivo. ¿O no recordáis que en todas las escuelas, había siempre ese niño gordo, al que utilizar como a un bufón? Claro, si no era guapo o atractivo, es que tiene que ser gracioso.
Y no solo padecían estas discriminaciones los obesos. También estaban los que eran demasiado delgados, los que tenían las orejas grandes, los que eran feos a los ojos de los demás...
Los cánones sobre como tenemos que ser físicamente, nos bombardéan por doquier. Y hemos absorvido esas reglas, practicamente sin ser conscientes de ello. Estamos guiados por la televisión, por la moda, por el cine... E incluso, para cubrir puestos de trabajo, nos piden buena presencia.
Y todo eso, acompañado a que tenemos falta de autoestima e inseguridades, hace que nos creamos que siempre tenemos que mejorar... aún cuando no son defectos reales y poniendo muchas veces, nuestra vida en juego.
Personas que comienzan dietas estúpidas y sin ningún tipo de control o asesoramiento médico. Mujeres que contabilizan todas y cada una de las calorías que ingieren, aún estando bastante delgadas. Otras personas, créen que sus vidas cambiarán, si tienen una talla mas de sujetador o una menos de camisa.
En este escrito, me refiero a mujeres, ya que casi siempre hemos sido el objetivo de estas y otras discriminaciones. Aunque muchas de estas obsesiones, se están haciendo extensibles a los hombres.
Una amiga que trabaja en la banca, me comentó que ahora se piden muchísimos préstamos personales, para operaciones de estética. Y lo peor de todo, es que muchas de esas creéncias son totalmente erróneas y la gran mayoría de veces, sólo es cuestión de confianza en uno mismo. Aceptarnos todos y cada uno de nosotros, tal y como somos.
Es cierto que en otros casos, es en beneficio de nuestra salud, el hacer ciertas operaciones correctoras. Y gracias al cielo, que hoy en día... muchas personas, no han de vivir en un cuerpo de hombre, sintiéndose mujeres y viceversa... por mucho que les joda a los llamados "tradicionales"... aunque yo les llamos "cerrados de mente".
Y lo más curioso, es que cuando estamos tonteando por primera vez con nuestras parejas, somos tan selectivas con ellas como con nosotros. Pero lo cierto, es que cuando nos conocemos... con nuestras virtudes y nuestros defectos, es curioso:
No nos importan los michelines... nos vuelve a gustar lo mismo que nos gustaba cuando éramos unos niños... el acurrucarnos en barrigas o notar ciertas mollitas.

Tuesday, January 17, 2006

¡Venga mañana a pagar!


Un día llegó al pueblo, un forastero, vendedor de cuadros.
Se sentó al sol, en la plaza de la iglesia y extendió sus cuadros. La gente, era un poco reacia a acercarse, aunque sentían curiosidad por ver aquellas pinturas.

La primera persona en acercarse, fué una niña de unos quince años. Y tímidamente, fué mirando aquellos lienzos uno a uno. Hasta que llegó a uno que cautivó toda su atención. En aquel cuadro, creyó reconocerse. Pero pensó que aquello era imposible, ya que aquel hombre no era del lugar y jamás le había visto con anterioridad.
Pero a medida que observaba el cuadro, se reconocía aún mas en él. Con la única diferencia, de que en el lienzo, aparecía ella jugando con su padre. Esto le maravilló, ya que este, había fallecido cuando ella tenía tan sólo tres años. Le gustó tanto aquel cuadro, que decidió comprarlo. Pero, le faltaba dinero. Aquel señor, le dijo que no se preocupara; que se lo llevara y que le pagara el resto, al día siguiente.

Al ver a esa niña, tan contenta con su cuadro, hubo otra persona que acercó hasta la plaza. En esta ocasión, era una anciana. Iba con la idea de encontrar algún bodegón que decorara su salita de estar. Pero, no encontró ninguno que le gustara. Se disponía a marcharse, cuando aquel vendedor, le dijo que tal vez le gustaría ver uno que aún mantenía envuelto entre papeles de periódico. La anciana, no supo lo que decir, cuando vió aquel lienzo.
Era una pintura, en la que se plasmaba con todo detalle, la fachada de la casa de la anciana. En aquel cuadro, también aparecía ella, sentada en el porche de la casa. Y lo que más le impresionó, fué reconocer en aquel dibujo, a su hermana sentada junto a ella. Sobre todo porque de pequeñas, durante los años de la posguerra, se habían tenido que separar. Ella se quedó con unos tios en este pueblo y su hermana, tuvo que irse con otros familiares a Francia. Jamás tuvo noticias de ella, pero sentía que algún dia volverían a reunirse.
La señora le dijo al vendedor que le pagaba lo que pidiera, por este cuadro. El señor, le dijo que mirara en casa el cuadro; y si seguía interesada en comprarlo, que volviera a la mañana siguiente a pagárselo.

La última persona en acercarse, fué un hombre de unos cuarenta años. Pero tenía un semblante tan triste, que le hacía aparentar mucha más edad de la que tenía. Su gesto, también era serio, pero con un toque de nostalgia que se percibía en su mirada. Pasó por la plaza, sin querer mirar ningún cuadro. Cuando uno de ellos, le llamó la atención por el marco tan bonito que se veía a lo lejos. Indeciso, se acercó directamente, hasta ese cuadro en concreto. Era una escena que le hizo sonrojar y alegrarse, a la vez. Era él, junto a su esposa, haciendo el amor por primera vez.
En esos momentos, su aspecto pareció cambiar de golpe. Se le dibujó una sonrisa en la cara y estaba nervioso al recordar aquellos bellos momentos. Hacía demasiado tiempo que pensaba sólamente, en los años que hacía que su mujer había fallecido. Y no lograba pensar en todo lo que había podido compartir con ella.
Aquella pintura, hizo que todos los momentos que compartieron juntos, volvieran a visitar su cuerpo y su mente. Pensó, que si la había amado tanto, jamás estaría totalmente sólo. Ella siempre viviría en su corazón. Y estaba tan alegre con todos aquellos sentimientos, que salió corriendo hacia su casa, sin pagarle aquel lienzo a el vendedor. Cuando hubo llegado a su casa, pensó que cuando llegara el nuevo día, le pagaría al vendedor y le llevaría también un presente como muestra de agradecimiento.

A la mañana siguiente, bien temprano y sonrientes, se encontraron en la plaza de la iglesia las tres personas que se llevaron fiados los cuadros. Iban a pagarle a aquel señor tan misterioso, lo que les habían dejado pendiente de pagar. Pero cual fué la sorpresa de la chica, la anciana y el caballero, cuando vieron que la plaza estaba totalmente vacía. Sin rastro del vendedor. Miraron hacia la salida del pueblo y vieron una figura a lo lejos. Era el vendedor, que se paró para observarles. Después, con una sonrisa y guiñándoles un ojo, les dijo adiós la mano alzada. Y continuó caminando, hasta que las tres personas, dejaron de verle.




Óleo de Salvador Valero.