Lastres.

Sería bonito que al final de nuestras vidas, dejemos buenos recuerdos, en todo y todos los que nos han rodeado.

Pero lo que no me gusta, es llegar a esos momentos, con la sensación de haber llevado lastres impuestos por esta sociedad.

Ahora, cuando aún veo muchos años que vivir por delante, me revelo contra muchas de las putas normas establecidas.

Aunque reconozco, que continúo aceptando y viviendo, tal y como se espera que vivamos todos. Permaneciendo dentro de un canon, de unos patrones y manteniendo absurdas tradiciones.

Es necesario un orden, ciertas normas,... pero hay que saber lo que uno es y lo que desea. Luchando por vivir la vida, tal y como a todos nos gustaría vivirla.

¿Utopía? ¿Un sueño?

¡Tal vez! Pero creo que por ahí comienzan, las mayores actitudes del mundo.