Suicidio.

Existe aún en nuestra sociedad, discriminaciones a porrillo. Y por desgracia, esta es uno de los mayores tabús de nuestros días. Esas personas atormentadas, se sienten observadas y analizadas por su entorno.No sienten que tengan su lugar en este mundo. Muchas veces, tienen ganas de tirar la toalla cuando no pueden más con su enfermedad o con sus propios sentimientos. Cuando sus demonios interiores les lleva hasta el fondo de su alma, donde se encuentran sus propias mazmorras. Mucha gente piensa que cuando estas personas hacen algún intento de suicidio o alguna autolesión,..., sólo están haciéndolo para llamar la atención. Otras personas, hasta su propia familia califica los ingresos en centros de psiquiatría en hospitales, como que el enfermo está allí tomándose unas vacaciones... Es muy duro saber que hasta tu propio padre piense eso. Creo que ante situaciones así, debería la familia y los que rodean al enfermo, informarse antes de crear juicios erróneos. Cuando una persona llega hasta ese extremo y es ingresada o no,... no es moco de pavo, algo que tomarse a la ligera. La persona que se autolesiona, se castiga por tener esos pensamientos,... Se encuentra atrapado en sí mismo y no quiere que sus allegados sepan por lo que están pasando o quieren evitarles dicho sufrimiento a ellos. Así que lo planean unas veces. Otras, símplemente ocurre tal y como les viene a la cabeza. Pero no sin antes pasarlas muy putas. Se olvidan de pensar en sí mismos y por lo tanto, no les podemos exigir que piensen mucho menos, en sus allegados, a la hora de tomar una decisión sobre lo que hacer con su vida. Bastante tienen con luchar para no suicidarse. Otras ocasiones, se suicidan y no debemos intentar encontrar una puñetera explicación. Ellos han decidido abandonar un mundo que les resulta hostil y que no encajan y están hartos de luchar. Y el tópico de que la persona que se suicida es porque es un cobarde, no es cierto. Tienen más agallas que casi nadie. Ya que es un acto íntimo durísimo de hacer y el abandonar esta vida, es una de las cosas, sino la cosa más difícil que hay, Los suicidas, han sido muy valientes para decidir hasta donde. Muchas otras personas potencialmente suicidas, no encuentran ese valor necesario para actuar. Y se quedan en las mazmorras y sintiéndose cobardes al no haber tenido la valentía de bajarse del tren de esta puta vida. No hay que juzgar. Hay que acompañar, hay que respetar la decisión por mucho que nos duela. Porque si pensamos en que ellos deberían vivir a pesar de lo mucho que estén sufriendo..., estamos siendo egoistas. Queremos que vivan para y por nosotros. Eso no es justo. Todos debemos ser libres en todo lo que concierne a nuestras vidas, vivir o decidir morir. Sé que para el familiar del suicida es muy duro, pero piensen que es un acto voluntario que esta persona ha tomado. Llevado por un dolor de vivir terrible y por no desear esta tormentosa vida. Creo que no sé si me estoy haciendo entender tal y cómo quisiera hacerlo. Pido disculpas si no me entienden o comparten mis ideas.