
Casi siempre, he notado un nudo en el estómago. Y en cambio, un gran vacío... un hueco en mi interior.
Ahora, la táctica que tomo para no notar todas esas cosas, es no pensar en mis vivencias. Esas cosas que al recordarlas, hacen que me sienta peor.
Normalmente, no busco el pensarlas, pero están aunque no lo desee. Es como si intentara apartar mi propio reflejo, al verme en un espejo... es algo imposible.
Procuro pensar, en que solamente son vivencias que por su crueldad y dolor, no las he podido olvidar.
Y lo cierto, es que no se porqué, siento que esos acontecimientos vividos, me han condicionado a ser tal y como soy.
Intento ocupar ese gran vacío que siento, con el amor de mis hijos y de la gente que me quiere.
Haciendo cosas que me diviertan e incluso, llorando cuando siento tanta impotencia por mi malestar.
No me averguenzo de admitir, que soy un poco débil. En el sentido, en que algunas veces, las circunstancias me han llevado y yo he acabado por rendirme, al no tener mas fuerzas, para luchar en contra de mi estado anímico.
Asumo lo que me ha tocado vivir, en la medida que lo resiste mi mente.
Pero he descubierto que cara a cara, soy casi incapaz de hablar de ello, casi con nadie.
¿Eso será una señal de que aún no lo he superado todo?
Huvo un día, en el que me sentía fatal y no sabía con quien hablar. Y me asombré yo misma, al darme cuenta de que estaba llamando a mi madre por teléfono, para desahogarme hablando con ella.
¡¡ En mis treinta y seis años (para treinta y siete), es la primera vez que llamo a mi madre, para desahogarme con ella
!!¿Sabéis? E incluso, hace unos días, estuve "a punto" de abrazarme llorando a mi padre... al percibir un gesto, realmente amable conmigo. Pero, hasta en ese momento, me contuve. Creo que aún no estoy preparada para perdonarles por completo.
Desde que estuvo enfermo mi padre, ellos han cambiado muchoy ahora son algo mejores.
Pero... el sentir eso que tanto he echado de menos desde mi infancia... hace que mis sentimientos me desborden.
Aunque aún noto que guardo mucho las distancias con ellos, a nivel emocional, salvo por estos dos últimos acontecimientos.
En fín, noto un gran progreso en mi vida interior y en mi relación con mis padres.
Espero que todo esto no quede aquí y continúe avanzando... para mejor... eso deseo.